Una de estas tardes de invierno, la bruja se aburrió del frío y de volar siempre el mismo cielo, así que buscó a Potter entre los libros, abrió la puerta de Hogwarts y entró a pedir prestada una escoba último modelo. Una capaz de volar alrededor del mundo.
A
lomos de una auténtica Nimbus, Úrsula Belladona cruzó el océano, aterrizó en Buenos Aires y se coló en la casa de Sol
Silvestre, a la que obligó a darle cobijo mientras conocía la ciudad.
Ahora que la bruja está de vuelta
en Madrid... ¡Sol la echa de menos! Y ha tenido la gentileza de
dedicarle una reseña en su blog.
Si queréis saber lo que opina Sol de la bruja solo tenéis que pinchar aquí.
¡Gracias Sol!
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