El Museo de la Evolución de Burgos es bonito y huele a madera, parece que estuvieras dentro de una caja de lápices.
A la bruja le encantó volar hasta allí...
A la bruja le encantó volar hasta allí...
¿Quién se atreve a meter la mano
en la olla de
las palabras mágicas?
¿Algún voluntario para hacer el primer conjuro?
Una gozada estar allí, rodeada por las palabras mágicas de un ramillete de niños hechiceros y de una bruja y un mago que nunca acabaron de hacerse adultos del todo. Sabemos que hay colores a pesar de la lluvia y que algunos conjuros hasta pueden funcionar. Veremos si los buenos deseos de todos los presentes, espresados con palabras o durmiendo en el nido del corazón, se van haciendo realidad.
ResponderEliminarEncantada de haber compartido esta experiencia y la calidez de vuestros abrazos.
Gracias por haber compartido las palabras mágicas y los abrazos. Me encantó tenerte allí, Chabela.
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