Úrsula Belladona no me dejó ni terminarme los espaguetis, me enganchó de los pelos y me subió en la escoba para no llegar tarde... Y tenía razón para estar impaciente, estos lectores son tan divertidos e inteligentes que la bruja no quería perder un minuto: ¡Estaba deseando lanzarles un conjuro y convertirlos en una panda de gusanos peludos!
Por suerte, los amigos de Guille-Peter Parker aprenden tan rápido que en lo que tardas en estornudar, hicieron una una sopa de palabras mágicas y palabras normales. Y así fue como contraconjuraron los conjuros de la poderosa Úrsula.
Gracias por una tarde emocionante, colegio Tomás Bretón. ¡Sois muy grandes, pequeños!
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