domingo, 29 de septiembre de 2013

El sábado pasaron muchas cosas en Liberespacio.

La librería se llenó de brujas, magos y niños. Sacamos palabras mágicas de la olla donde se habían cocido y las utilizamos para hacer conjuros. Algunos no salieron bien, pero otros funcionaron de maravilla: hubo tormenta de gominolas en el Polo Norte, lluvia de libros en la librería y lo más emocionante: una niña, durante un segundo o tres, se volvió invisible.




Y cuando ya nos marchábamos a casa: "¡Hala, mira esto!"... El gato de la bruja se había colado en las páginas del libro :-).


sábado, 28 de septiembre de 2013

¡Una crítica de Chiki Fabregat!


Presentación en Liberespacio


La bruja y yo estamos como locas porque Chiki Fabregat, la que más sabe de literatura infantil y juvenil, ha hecho una crítica estupenda de la novela en su blog: La letra grande. Gracias Chiki.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Volando vamos

Volando va



¡Ya estamos en la cuenta atrás! 
Me ha costado un disgusto traerme a la bruja desde el Polo Norte, pero por fin ha aterrizado en casa y me ha jurado por las babas de un camello marciano y los mocos de una jirafa de Saturno, que el sábado viajamos juntas en vuelo rasante hasta Liberespacio
Confío en que se porte bien y me lleve sin dar rodeos a Joaquín María López 25. Hemos quedado allí con los niños a las 12 de la mañana.
¡Nos vemos en unas horas!


martes, 24 de septiembre de 2013

Palabras mágicas y conjuros en la librería.

La olla de las palabras mágicas.
Desde que volví de las vacaciones, todos los días son lunes. Pero ya me he puesto las pilas porque este sábado, a las 12, en la librería Liberespacio, la bruja y yo buscaremos palabras mágicas y haremos conjuros con los niños. Piensa un deseo. Por ejemplo, que las judías verdes sepan a helado... ¡No, no! Mejor, que caiga un chaparrón de gominolas... ¡No, espera!, que las vacunas me hagan cosquillas... ¿Ya lo tienes? Ahora, saca una palabra mágica. Con mucho, con muchísimo cuidado, construye el conjuro adecuado y... ¡Deseo concedido! Qué nervios. Espero que la bruja se porte como es debido. De momento, mírala, colgada del mundo, como si el mundo fuese un columpio.

martes, 17 de septiembre de 2013

De vuelta de las vacaciones :-(





Ya lejos del mar, de los días largos, de las horas perezosas, me consuelo leyendo la última aventura de Alfred y Agatha, El gran truco de Houdini, de Ana Campoy. Escrito para lectores de entre diez y cien años.

Así empieza:

«¡Y no por ser increíble es menos posible! _anunció Houdini tras mostrar a los invitados el final del truco (…).
El mago saludó a la sala con una pomposa reverencia. Acababa de concluir uno de sus trucos más famosos: tras asegurarse de que sus muñecas estuvieran atadas por varios juegos de esposas, se había introducido en una caja de buen tamaño. Acto seguido, un asistente había cerrado la caja con llave y la había ocultado tras una larga tela desplegada desde el techo. Al cabo de unos segundos de incertidumbre, el gran Harry Houdini había aparecido detrás de la cortina como si nada de lo anterior hubiera tenido lugar.
Resultaba tan difícil de creer que nadie murmuraba una palabra, hasta que, por fin, el sonido de un aplauso rompió el silencio del ambiente y el salón comenzó a rugir como las fauces de un león.
Agatha supo entonces que la fiesta estaba siendo un éxito. No lo había dudado ni por un instante, pero todo espectáculo, por muy ensayado que estuviera, siempre entrañaba un pequeño riesgo. Miró con complicidad a Alfred y Morritos, y percibió que sus amigos estaban igual de impresionados que el resto de los invitados (...).
Aquella noche el salón principal del 23 de George Square era un hervidero de curiosos. Toda la alta sociedad escocesa había sido invitada a la fiesta de despedida que Sir Arthur Conan Doyle, el famoso creador de Sherlock Holmes, había dado en honor al mago Harry Houdini, su más fiel amigo».