jueves, 16 de junio de 2016

Feria del libro de Madrid 2016

Cuando voy a firmar a la Feria siempre llego al parque nerviosa. Son nervios buenos. De los que te asaltan al mismo tiempo que la emoción y la alegría. Lo malo de esos nervios tan familiares es que me impulsan a correr a la caseta sin reparar en los árboles, en la hierba, en las hojas que voy pisando, en los pájaros, en las ardillas... Los días que firmo en la feria del libro, solo quiero llegar a la caseta y encontrarme con mis lectores. Que nada me entretenga. Como si las casetas, los libros y los lectores fueran a desvanecerse de un momento a otro. La prisa desaparece cuando, por fin, tras atravesar el paseo de librería en librería, llego a la mía y despliego mi instrumental: bolígrafo de firmar (uno que se deslice como mantequilla sobre el papel), marca-páginas y sello. Después recoloco los libros y entonces llega el primer lector y empieza la ceremonia. Recibir a cada niño. Mirarnos a los ojos y que durante un instante seamos solo él y yo charlando sobre una historia escrita. Sobre una historia por descubrir. Sobre leer. Sobre escribir. Sobre nosotros dos. Eso es lo que me espera cada vez que entro, nerviosa y emocionada, en el parque del Retiro para firmar mis libros. Eso es para mí, en esencia, la feria del libro. Y también, recibir a los amigos que nunca fallan; y conocer a gente que solo conocía a través de la red, reencontrarme con alguien que llega directamente desde mi infancia o sujetarme el corazón cuando un lector me habla de un personaje al que parece conocer mejor que yo. 
Aunque los lectores nunca se marchan del parque (siempre hay alguien leyendo a la sombra de los árboles) ya no hay casetas en el paseo. Se acabó la feria hasta dentro de un año. Mientras tanto, nos queda el recuerdo de los encuentros, las risas, las miradas, las palabras... Las fotos, que señalan la alegría de cada momento vivido. La feria del libro de Madrid es un privilegio para todos los que participamos. Desde dentro de la caseta o desde fuera, siempre es un privilegio. 

Gracias por hacer posible la fiesta de los libros :-)